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Mostrando entradas de enero, 2019

Órbita corporal

Y de pronto tus pies se separan unos centímetros del suelo, el vello se te eriza, notas los tímidos rayos de sol en tu piel y parece que has pasado años en la más completa oscuridad. Una fuerza tira de ti hacia arriba tensando eso que os une, estás cansada de mantenerte en la tierra y al fin, te dejas llevar. Flotas, nunca pensaste que tu cuerpo pudiera volver a sentirse ligero, la brisa hace bailar tu vestido, con cuidado separas los brazos del cuerpo y la sensación de ingravidez inunda tus sentidos. Un recuerdo cruza tu mente, tú, haciendo volar un diente de león de entre tus diminutas manos, viendo cómo se aleja, una imagen azulada y fría que ahora se hace vívida. Escuchas el mundo a tu alrededor pero ya no te hace daño, cada vez es más lejano, amortiguado por los latidos de tu corazón que ensordecen tus oídos. Te elevas hacia el infinito y piensas en qué habrá al otro lado, ¿dolerá?, siempre lo hace, ¿volverás? crees que sí, pero parece que todo se ve mejor desde aquí. Al menos, ti

Sin remite

El chico caminaba a paso ligero por las calles de la ciudad, había más estrellas en el alumbrado que en el cielo nocturno. Se escuchaba gente celebrando, riendo y él volvía con los dedos entumecidos por el frío pero con una pequeña llama que, partiendo del mismísimo centro de su corazón, le daba calor. Había sido una feliz velada, hubo auténticas carcajadas, historias compartidas, momentos de conexión, pero sobretodo toneladas de comida, y con esto, al menos, no puedes quedarte vacío. Al entrar en la oscuridad de su casa, notó el peso de la soledad. Los recuerdos de otros tiempos y los anhelos de aquello que nunca sucedió le alcanzaron. La dulce sensación que le había acompañado durante la jornada amenazó con desaparecer. El reloj marcó las doce y de pronto se abrieron las dos hojas de la ventana golpeando la pared con un gran estruendo. El viento removió los papeles del escritorio dispersándolos por el suelo. Corriendo hacia ella se apresuró a cerrarla, se maldijo a sí mi