Órbita corporal
Y de pronto tus pies se separan unos centímetros del suelo, el vello se te eriza, notas los tímidos rayos de sol en tu piel y parece que has pasado años en la más completa oscuridad. Una fuerza tira de ti hacia arriba tensando eso que os une, estás cansada de mantenerte en la tierra y al fin, te dejas llevar. Flotas, nunca pensaste que tu cuerpo pudiera volver a sentirse ligero, la brisa hace bailar tu vestido, con cuidado separas los brazos del cuerpo y la sensación de ingravidez inunda tus sentidos. Un recuerdo cruza tu mente, tú, haciendo volar un diente de león de entre tus diminutas manos, viendo cómo se aleja, una imagen azulada y fría que ahora se hace vívida. Escuchas el mundo a tu alrededor pero ya no te hace daño, cada vez es más lejano, amortiguado por los latidos de tu corazón que ensordecen tus oídos. Te elevas hacia el infinito y piensas en qué habrá al otro lado, ¿dolerá?, siempre lo hace, ¿volverás? crees que sí, pero parece que todo se ve mejor desde aquí. Al menos, ti